lunes, 2 de marzo de 2009

LOS VERDADEROS ORALES

Hoy lunes tuve a mi primer grupo de alumnos dando el examen oral individual. En general todo transcurrió en calma.
Hay que tomar algunas precauciones, poner la relación de los alumnos fuera de la clase para que allí vean sus horarios, colocar en todas las puertas el cartel de "Examen oral, no entrar", cerrar el correo (el del mi colegio tiene un sonido característico que avisa que ha llegado un nuevo mensaje), hacer una última prueba con el programa que utilizamos para grabar (Audacity), tener a mano el número de candidato de los alumnos (que siempre se olvidan de traer esa información aunque se las des mil veces), llenar las fichas para que los chicos las firmen (dicho sea de paso no tuve ningún problema con las firmas), tener listo el reloj para cntrolar los minutos, papel para apuntar las preguntas y varios lapiceros, por-si-acaso.
Los temas fueron variados. Algunos que recuerdo fueron la tortilla mexicana, la telenovela "Betty la fea", Rafael Nadal y la paella a la valenciana. En general, los chicos tienen la tentación de prolongar la exposición más allá de los tres minutos, hay que ser inflexible en el tiempo porque si no te quedas con el examen "cojo", sin el balance que el IB solicita entre la exposición, las preguntas sobre el tema tratado y el diálogo libre.
Mañana continuaré con los exámenes. He hecho una primera evaluación tratando de ser estricto con los descriptores del IB (sabemos que en la realidad los examinadores suelen ser más blandos que el profesor). Además, seleccioné la actividad grupal que incluiré en la calificación para cada uno de los estudiantes. Cuando todo termine, miércoles o jueves, volveré a escuchar las cintas para calificarlas nuevamente en una especie de "auto-moderación". Trataré de moderarlas, también, con la otra maestra del curso que tiene mucha mayor experiencia en exámenes de español B.